Econ. Elar Vallejos Rojas
CAPITULO I
CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA CRISIS DEL APRA EN LA ÚLTIMA DÉCADA DEL SIGLO XX
CAUSAS DE LA CRISIS DEL PARTIDO APRISTA
CAPITULO I
CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA CRISIS DEL APRA EN LA ÚLTIMA DÉCADA DEL SIGLO XX
CAUSAS DE LA CRISIS DEL PARTIDO APRISTA
Si el Partido Aprista ha tenido -y aún tiene- una crisis profunda y generalizada que lo puede llevar a la extinción manteniendo el estado de cosas del año 2000, también es cierto que aplicando cambios radicales se puede recuperar e iniciar un nuevo ciclo por muchos años más -Neoaprismo- hasta cumplir con su misión histórica. El Partido tiene más de 70 años de vida institucional. La coyuntura actual puede tener ángulos diferentes de análisis de sus problemas que son muy peligrosos para su supervivencia.
Cualquier respaldo electoral positivo aumentando congresistas, ganando elecciones municipales o que la presencia en el país después de su exilio del c. Alan García nos conlleve a un resurgimiento de una nueva esperanza para los apristas y algunos sectores no apristas, no pasará de ser más que un respaldo sólo electoral a las figuras de los candidatos y no un respaldo al Partido como institución; sería simplemente un hecho circunstancial, pasajero y efímero, si es que se mantuviesen sus problemas internos que nos han conllevado a tal situación. Esto, sí sería un segundo y definitivo fracaso por culpa de sus dirigentes y líderes en complicidad de los militantes por su pasividad.
Para efectos de una clara explicación de la crisis del Apra en la última década del siglo XX, he considerado tres fuentes como causas, pero que se complementan entre sí e indudablemente los antecedentes descritos con anterioridad en mi libro "La Crisis de un Gigante" han sido el camino que nos ha traído hasta el día de hoy para estar como estamos:
Primero
ANÁLISIS DE LA CRISIS POR SU CICLO DE VIDA
La crisis puede devenir por un proceso propio de un ciclo de vida, por ser una organización viva, un ser orgánico que se desarrolla en la sociedad, que tuvo su origen e inevitablemente tendrá su final.
El Partido Aprista también ha tenido los procesos de nacimiento del movimiento, etapa de crecimiento, su máxima producción (producción parlamentaria, literaria, organización, sindicalismo, política, etc.) y luego entró a todo un proceso de maduración. No toda crisis de una organización viva tiene que terminar en una extinción. En el caso del Partido Aprista ¿Se habrá cumplido con su ciclo de vida institucional?
El Partido Aprista también ha tenido los procesos de nacimiento del movimiento, etapa de crecimiento, su máxima producción (producción parlamentaria, literaria, organización, sindicalismo, política, etc.) y luego entró a todo un proceso de maduración. No toda crisis de una organización viva tiene que terminar en una extinción. En el caso del Partido Aprista ¿Se habrá cumplido con su ciclo de vida institucional?
Segundo
LA CRISIS DEL APRA COMO UN PROBLEMA DE FACTOR HUMANO
a.- ¿Cuál es el problema actual y fundamental del APRA?
El problema actual del Apra no es sino un problema de factor humano, de la capacidad de sus dirigentes, de conciencia, de conducta, de moral que en los últimos 20 años, a partir de 1980, los que llegaron a última hora, trajeron la organización a menos.
Los Hombres son los que Forman la Organización de un Partido
Por más que exista el espíritu de la materia como es la filosofía en el APRA, que por más de 50 años echaron andar victoriosamente; por más que la resistencia de las grandes ideas estén vigentes; cuando aquella organización, que no la componen sino los hombres, ya no da más o simplemente lo dejaron morir por descuido o sus responsables que la conducían lo desacreditaron con sus malas actuaciones, es al final el hombre, el dirigente y sus militantes los que hacen a la organización; la solidez de aquella organización en sus primeras décadas era producto de la buena conducta y calidad de sus hombres, hoy estos nuevos dirigentes o nuevos militantes ya no pueden mantener esas grandes ideas. Por el contrario nos venció el inmediatismo sobre el trabajo a largo plazo, el individualismo o egoísmo sobre el interés de la institución, el arribismo sobre el respeto a las normas, el desorden sobre la disciplina, la ambición personal sobre la lealtad al Partido y la irresponsabilidad por la FALTA DE CONCIENCIA.
b.- ¿Descuido de los Líderes en la Década del 70?
Por más que exista el espíritu de la materia como es la filosofía en el APRA, que por más de 50 años echaron andar victoriosamente; por más que la resistencia de las grandes ideas estén vigentes; cuando aquella organización, que no la componen sino los hombres, ya no da más o simplemente lo dejaron morir por descuido o sus responsables que la conducían lo desacreditaron con sus malas actuaciones, es al final el hombre, el dirigente y sus militantes los que hacen a la organización; la solidez de aquella organización en sus primeras décadas era producto de la buena conducta y calidad de sus hombres, hoy estos nuevos dirigentes o nuevos militantes ya no pueden mantener esas grandes ideas. Por el contrario nos venció el inmediatismo sobre el trabajo a largo plazo, el individualismo o egoísmo sobre el interés de la institución, el arribismo sobre el respeto a las normas, el desorden sobre la disciplina, la ambición personal sobre la lealtad al Partido y la irresponsabilidad por la FALTA DE CONCIENCIA.
b.- ¿Descuido de los Líderes en la Década del 70?
Desde la década del 70, los líderes del aprismo debieron preveer el futuro del Partido antes que se pierda la esperanza y la fe de un pueblo que es lo último que se debe perder. Dado el largo tiempo de lucha y las desapariciones de aquellas grandes y talentosas generaciones de líderes que mantuvieron en la cumbre al aprismo, desde entonces ya deberíamos estar preparados para no caer en el charco de las desgracias como producto de la más severa crisis, donde los esfuerzos aislados, tardíos, lentos y fuera del contexto y la desesperación en las agonías, sean demasiado tarde.
c) Famosa Cúpula Limeña ¿Los Verdaderos Responsables?
Las nuevas generaciones que surgieron a partir de los finales de la década del 50 y del 60 del siglo XX, con todos los méritos que pudieran tener, encontraron ya una organización bien posesionada en las grandes mayorías del Perú y un gran pensamiento en América Latina; más aún después de la aplastante victoria de Víctor Raúl como presidente de la Asamblea Constituyente en 1978, no tuvieron sino mas que el reto de mantener y conservar el Partido con responsabilidad histórica para cumplir su misión. Cuando el Partido ingresa a la década del 80, todos los dirigentes líderes que surgieron desde hace 20 años atrás a esta década a lado de Haya, creían que aquel gran “tercio electoral” era inagotable. Comenzaron a acostumbrarse a sólo vivir de las fechas memorables del Apra cada vez que las sufridas bases provinciales a nivel nacional organizaban; además se creían los “líderes” intocables y “herederos” del aprismo, se acostumbraron también a vivir del poder y de la buena imagen que el Apra les daba; incluso habían algunos que a través de la sobonería pasaban a formar parte de la nueva élite muchas veces dañina que ya se estaba formando a la muerte de Haya y así vivir del centralismo limeño. Otros se aprovecharon de la herencia que Haya y sus demás fundadores nos legaron, de esa fe inquebrantable que tenían sus miles de militantes y de la esperanza que cientos de miles de seguidores venían pasando de generación en generación; de esa herencia del aprismo en que se cobijaron algunos de esta nueva cúpula, ya que no vivieron el sacrificio y el martirologio de sus fundadores ni mucho menos tuvieron el activismo sincero, no analizaron el futuro del Partido, las Nuevas Tendencias, ni promovieron nuevas generaciones de jóvenes. Sólo eran ellos que querían aprovecharse de su electorado para elegirse con pleitos y formas vedadas en las listas para congresistas. En suma, no estuvieron a la altura de sus responsabilidades históricas para mantener y engrandecer al Partido y así cumplir la misión dictada por la Doctrina.
d.- Las Nuevas Generaciones.
Ya no existe el “Tercio Electoral” del Apra.
A pesar que el Apra tenía un electorado, como se decía “Votaban a ojos cerrados marcando su estrella”, también es cierto que este caudal se iba reduciendo o por lo mucho se mantenía esa cantidad hasta inicios de la década del 80.
Nuevas Generaciones de Jóvenes en el Perú
El crecimiento poblacional y el electorado del país crecía aceleradamente y las nuevas generaciones jóvenes desconocen y se alejan más del Apra. Como dijo un viejo amigo, abogado y joven ex-aprista “se alejan de los locales partidarios de los pocos que quedan porque sólo encuentra pleitos y ambiciones personales que corren a los nuevos jóvenes; sin ningún campo de acción y de superación para la juventud que llene sus expectativas; locales partidarios donde las escasas reuniones forzadas en el ánimo y cansados por un existente pequeño grupo de viejos militantes que añoran su pasado, reuniones donde los jóvenes no sintonizan con lo viejo y aburrido, sin vida y sin esperanza de cambio, sin ningún espíritu renovado y ni señales de vientos nuevos que nos devuelvan la esperanza y la fe”.
Muchos creían que la votación del “Tercio del Electorado” del Apra era “Inagotable”, cuando en verdad no habían nuevas generaciones “Que nos venzan y nos superen” ni se preocuparon por los nuevos jóvenes que son la “Reserva y vanguardia del Partido” garantizando la supervivencia del mismo, causando así UN GRAN VACÍO GENERACIONAL.
Actualmente el Partido enfrenta el gran problema del envejecimiento de más del 80% de su militancia, se siente la ausencia de esa masa juvenil (JAP) preparada e identificada con los ideales del Partido. Se perdió el ritmo de la constante renovación de cuadros y propuestas cuando las circunstancias así se lo exigen.
El crecimiento poblacional y el electorado del país crecía aceleradamente y las nuevas generaciones jóvenes desconocen y se alejan más del Apra. Como dijo un viejo amigo, abogado y joven ex-aprista “se alejan de los locales partidarios de los pocos que quedan porque sólo encuentra pleitos y ambiciones personales que corren a los nuevos jóvenes; sin ningún campo de acción y de superación para la juventud que llene sus expectativas; locales partidarios donde las escasas reuniones forzadas en el ánimo y cansados por un existente pequeño grupo de viejos militantes que añoran su pasado, reuniones donde los jóvenes no sintonizan con lo viejo y aburrido, sin vida y sin esperanza de cambio, sin ningún espíritu renovado y ni señales de vientos nuevos que nos devuelvan la esperanza y la fe”.
Muchos creían que la votación del “Tercio del Electorado” del Apra era “Inagotable”, cuando en verdad no habían nuevas generaciones “Que nos venzan y nos superen” ni se preocuparon por los nuevos jóvenes que son la “Reserva y vanguardia del Partido” garantizando la supervivencia del mismo, causando así UN GRAN VACÍO GENERACIONAL.
Actualmente el Partido enfrenta el gran problema del envejecimiento de más del 80% de su militancia, se siente la ausencia de esa masa juvenil (JAP) preparada e identificada con los ideales del Partido. Se perdió el ritmo de la constante renovación de cuadros y propuestas cuando las circunstancias así se lo exigen.
e.- Invasión de las Nuevas Conductas en las Politicas Partidarias
Las Nuevas Conductas en los Procesos Electorales
En los últimos 10 años del siglo XX, la crisis en la política general del país trajo conductas personales como la demagogia, el insulto, las calumnias y el odio gratuito de algunos divisionistas; nos invadieron los electoreros, oportunistas y arribistas (tránsfugas), que sólo aparecen en los procesos electorales como los mesías salvadores o cuando hay poder para la repartija, luego abandonan al Partido en la época de crisis y a su suerte; en estos procesos electorales es cuando por desgracia para la democracia partidaria, surgen como plagas temporales los males de algunos personajes como dice el c. Raúl Colchado: “Muchos electoreros trafican con la necesidad del militante, se aprovechan de la inocencia y la nobleza de los viejos militantes que depositan su confianza; los candidatos buscan sus padrinos en Lima, pero lamentablemente también hay algunos compañeros que buscan apoyar al mejor postor, el candidato con dinero”.
Algunos secretarios generales con el nuevo sistema del Voto Preferencial se parcializan con el candidato de su interés, abren los locales del Partido tan solo al candidato que apoya con dinero, para pintar o alquilar el local para el Partido; o apoya porque es su familia o es su compadre o es su amigo personal; éstos serán bienvenidos, los otros ni que aparezcan por la base del Partido ni tienen la delicadeza de recibir al compañero candidato.
Entonces, ¿Dónde está el deber y la obligación como dirigente de la base?, ¿Qué hay de la fraternidad aprista, de recibir a todos los compañeros candidatos para que la militancia y amigos tengan todo el derecho de escuchar las propuestas y escoger a su preferencia?. Esto lamentablemente está haciéndose habitual y costumbre, provocando así el resentimiento de los demás candidatos, organizando éstos su propia campaña, forman su propio bunker, por lo tanto causan un gran perjuicio a la campaña electoral del Partido y su consecuente fracaso. El voto preferencial ha provocado nuevos negocios en las campañas en perjuicio del Partido y de su unidad monolítica que siempre la tuvo. Cobran para pintar murales, pegar afiches, dirigir campañas; hasta hemos llegado al extremo nunca antes visto que cobran en algunos locales del Partido, en la “Casa del Pueblo”, para pegar afiches de los candidatos, que es la única forma por parte de la militancia de informarse de las propuestas y candidaturas.
En los últimos 10 años del siglo XX, la crisis en la política general del país trajo conductas personales como la demagogia, el insulto, las calumnias y el odio gratuito de algunos divisionistas; nos invadieron los electoreros, oportunistas y arribistas (tránsfugas), que sólo aparecen en los procesos electorales como los mesías salvadores o cuando hay poder para la repartija, luego abandonan al Partido en la época de crisis y a su suerte; en estos procesos electorales es cuando por desgracia para la democracia partidaria, surgen como plagas temporales los males de algunos personajes como dice el c. Raúl Colchado: “Muchos electoreros trafican con la necesidad del militante, se aprovechan de la inocencia y la nobleza de los viejos militantes que depositan su confianza; los candidatos buscan sus padrinos en Lima, pero lamentablemente también hay algunos compañeros que buscan apoyar al mejor postor, el candidato con dinero”.
Algunos secretarios generales con el nuevo sistema del Voto Preferencial se parcializan con el candidato de su interés, abren los locales del Partido tan solo al candidato que apoya con dinero, para pintar o alquilar el local para el Partido; o apoya porque es su familia o es su compadre o es su amigo personal; éstos serán bienvenidos, los otros ni que aparezcan por la base del Partido ni tienen la delicadeza de recibir al compañero candidato.
Entonces, ¿Dónde está el deber y la obligación como dirigente de la base?, ¿Qué hay de la fraternidad aprista, de recibir a todos los compañeros candidatos para que la militancia y amigos tengan todo el derecho de escuchar las propuestas y escoger a su preferencia?. Esto lamentablemente está haciéndose habitual y costumbre, provocando así el resentimiento de los demás candidatos, organizando éstos su propia campaña, forman su propio bunker, por lo tanto causan un gran perjuicio a la campaña electoral del Partido y su consecuente fracaso. El voto preferencial ha provocado nuevos negocios en las campañas en perjuicio del Partido y de su unidad monolítica que siempre la tuvo. Cobran para pintar murales, pegar afiches, dirigir campañas; hasta hemos llegado al extremo nunca antes visto que cobran en algunos locales del Partido, en la “Casa del Pueblo”, para pegar afiches de los candidatos, que es la única forma por parte de la militancia de informarse de las propuestas y candidaturas.
Consecuencias Organizativas
Estas malas conductas electorales afectan a la institucionalidad partidaria, por que genera una anarquía organizativa y fragmentación de las bases, así tenemos el problema de la pérdida de autoridad de sus dirigentes, falta de respeto a las instancias partidarias, se forman Comités paralelos irreconciliables, hay problemas de padrones, indisciplina generalizada, desobediencia a los deberes, normas y estatutos, etc. También hay los que se aprovechan de la crisis haciendo de la base del Partido su “comarca”, con su dinero y poder, convierten a ciertos grupos en incondicionales perseguidores de intereses subalternos, totalmente ajeno a los intereses, objetivos y misión del aprismo.
Efectos de la Crisis Organizativa
Esta década de crisis se caracteriza por el alejamiento de la organización política de las grandes mayorías y por no adecuarse a los nuevos cambios de la modernidad. Como diría el analista Sinesio López: “Una de las causas de la debacle (de los Partidos) es que la estructura de la opinión pública cambió mucho en la última década (...) El rol de los medios de comunicación es gravitante, pues el lector ha pasado a ser vidente, en el sentido que hoy más personas ven las noticias por televisión que los que leen en los diarios (...) De tal manera que antes los líderes podrían señalar pautas y contarnos la última, pero actualmente el pueblo ya sabe cuál es la última (...) El lazo representativo entre el dirigente y la sociedad ha cambiado; en el ciclo anterior fue la ideología, hoy es la imagen”. Por otro lado Fernando Tuesta Soldevilla manifiesta: “La crisis de los Partidos ya tocó fondo y ha sido un proceso de pérdida de representatividad con quiebra de las lealtades Partidarias”.
En esta etapa se acentúa la pérdida de valores morales de algunos de sus dirigentes y líderes, impactando negativamente en la imagen del Partido, trayendo como consecuencia una descomposición de su estructura orgánica y reducción por alejamiento cada vez mayor de sus valores humanos, del número de militantes y simpatizantes. Se caracteriza por la escasez de valores intelectuales jóvenes con gran talento, capacidad y disciplina como los de la generación fundadora; se perdió el sentido de la participación democrática institucional, solidaria y la búsqueda de algo mejor como valores esenciales para nuestra sociedad y se cambió por otros como la de obtener beneficios propios e inmediatos. Se caracteriza por la inactividad de sus dirigentes y militantes (bajos recursos económicos, ociosidad, pérdida de interés hacia la Institución) y el abandono del sindicalismo y de todo tipo de trabajo organizacional en lo social (pueblos jóvenes, club de madres, etc.) e institucional (universidades, municipios, etc.); se caracteriza por la pérdida cada vez mas de posibilidades y el alejamiento de la esperanza de llegar al poder.
Por último, esta década del ’90 se caracteriza principalmente porque se comienza a perder fuerzas electorales (2% del electorado nacional en el 2000, según las "cifras oficiales") por la falta de surgimiento de nuevas generaciones de líderes con capacidad de dirigir y con mucha reserva moral para mantener el Partido en las expectativas del país, por lo menos en los mismos niveles que las primeras generaciones la tuvieron.
¿Recuperarlo?. Dependerá de un cambio radical dentro del Apra, de la solidez moral, talento y liderazgo de las nuevas generaciones venideras si es que lo hubiera y apoyaran o en todo caso sería LA REFUNDACION DEL APRA.
Esta década de crisis se caracteriza por el alejamiento de la organización política de las grandes mayorías y por no adecuarse a los nuevos cambios de la modernidad. Como diría el analista Sinesio López: “Una de las causas de la debacle (de los Partidos) es que la estructura de la opinión pública cambió mucho en la última década (...) El rol de los medios de comunicación es gravitante, pues el lector ha pasado a ser vidente, en el sentido que hoy más personas ven las noticias por televisión que los que leen en los diarios (...) De tal manera que antes los líderes podrían señalar pautas y contarnos la última, pero actualmente el pueblo ya sabe cuál es la última (...) El lazo representativo entre el dirigente y la sociedad ha cambiado; en el ciclo anterior fue la ideología, hoy es la imagen”. Por otro lado Fernando Tuesta Soldevilla manifiesta: “La crisis de los Partidos ya tocó fondo y ha sido un proceso de pérdida de representatividad con quiebra de las lealtades Partidarias”.
En esta etapa se acentúa la pérdida de valores morales de algunos de sus dirigentes y líderes, impactando negativamente en la imagen del Partido, trayendo como consecuencia una descomposición de su estructura orgánica y reducción por alejamiento cada vez mayor de sus valores humanos, del número de militantes y simpatizantes. Se caracteriza por la escasez de valores intelectuales jóvenes con gran talento, capacidad y disciplina como los de la generación fundadora; se perdió el sentido de la participación democrática institucional, solidaria y la búsqueda de algo mejor como valores esenciales para nuestra sociedad y se cambió por otros como la de obtener beneficios propios e inmediatos. Se caracteriza por la inactividad de sus dirigentes y militantes (bajos recursos económicos, ociosidad, pérdida de interés hacia la Institución) y el abandono del sindicalismo y de todo tipo de trabajo organizacional en lo social (pueblos jóvenes, club de madres, etc.) e institucional (universidades, municipios, etc.); se caracteriza por la pérdida cada vez mas de posibilidades y el alejamiento de la esperanza de llegar al poder.
Por último, esta década del ’90 se caracteriza principalmente porque se comienza a perder fuerzas electorales (2% del electorado nacional en el 2000, según las "cifras oficiales") por la falta de surgimiento de nuevas generaciones de líderes con capacidad de dirigir y con mucha reserva moral para mantener el Partido en las expectativas del país, por lo menos en los mismos niveles que las primeras generaciones la tuvieron.
¿Recuperarlo?. Dependerá de un cambio radical dentro del Apra, de la solidez moral, talento y liderazgo de las nuevas generaciones venideras si es que lo hubiera y apoyaran o en todo caso sería LA REFUNDACION DEL APRA.
La Crisis Social en la Última Década del Siglo XX
Claro que las diferentes conductas, fuera de las normas y de las buenas costumbres, habían invadido muchas instancias del Partido, dañando su buena imagen. Era parte de las consecuencias de la enorme crisis socioeconómica que pasaba en el país en la última década del siglo XX. No estoy justificando, solamente es una forma de explicar que el desempleo, los bajísimos ingresos, la enorme pobreza del país, la lucha por la supervivencia en la que todo vale, el atropello a los más débiles, la influencia neoliberalista del egoísmo individual en perjuicio de todo tipo de solidaridad, del esfuerzo común, que trajo en crisis a las instituciones; la violencia generalizada en nuestra sociedad -Violencia familiar, violencia juvenil, violencia a los derechos humanos, etc.- la falta de espacios para desarrollarse y muchos problemas más, que hicieron que surja la ley de la selva, del más fuerte en perjuicio de los demás, sin límites. Hicieron que en las pocas instituciones como el Apra en crisis, sean invadidas por muchas de estas malas conductas que actuaban como una forma de supervivencia, no justificadas, entre los pocos que quedaban.
Claro que las diferentes conductas, fuera de las normas y de las buenas costumbres, habían invadido muchas instancias del Partido, dañando su buena imagen. Era parte de las consecuencias de la enorme crisis socioeconómica que pasaba en el país en la última década del siglo XX. No estoy justificando, solamente es una forma de explicar que el desempleo, los bajísimos ingresos, la enorme pobreza del país, la lucha por la supervivencia en la que todo vale, el atropello a los más débiles, la influencia neoliberalista del egoísmo individual en perjuicio de todo tipo de solidaridad, del esfuerzo común, que trajo en crisis a las instituciones; la violencia generalizada en nuestra sociedad -Violencia familiar, violencia juvenil, violencia a los derechos humanos, etc.- la falta de espacios para desarrollarse y muchos problemas más, que hicieron que surja la ley de la selva, del más fuerte en perjuicio de los demás, sin límites. Hicieron que en las pocas instituciones como el Apra en crisis, sean invadidas por muchas de estas malas conductas que actuaban como una forma de supervivencia, no justificadas, entre los pocos que quedaban.
Tercero
LA CRISIS COMO INFLUENCIA DEL ANTIAPRISMO
a.- El Nuevo Antiaprismo al Final del Siglo XX
El antiaprismo resurge no tan natural y normal como las discrepancias, sino en forma enfermiza incrementando el desprestigio del Apra y que complementó su desorganización y futuras pérdidas electorales que se dieron en los finales del siglo XX, muestras iniciales de una pronta extinción si es que no se tomaran medidas correctivas y radicales, cualquiera que sea la decisión a adoptar.
El antiaprismo que resurge a partir de la Estatización de la Banca (1987) toma otros métodos más sofisticados como son el uso de los medios de comunicación masiva que está al alcance de la mayoría de la población. Después de 1990, fueron a través de estos medios que se desacreditó y se generó con más fuerza el antiaprismo, llegando a un punto de la historia nunca antes registrada como lo fue la de esconder su identificación aprista por parte de muchos compañeros por la vergüenza de recibir insultos, otros renunciaban al Partido de cólera e indignación, influenciado en buena parte por estos medios de información. Se ocultó deliberadamente los grandes aciertos que existieron en esta etapa de gobierno (1985-1990), con la intención de destruir al Apra, a la vez eliminar a las instituciones políticas y las grandes conquistas populares.
Al finalizar el primer periodo del gobierno Fujimorista (1990-1995), en el Partido sólo quedaban poquísimos compañeros, había confusión, desolación, decepción, influenciado por una fuerte campaña publicitaria de desprestigio. En muchos apristas esto causó una enorme desilusión y pasaron a retirarse de la actividad política, otros no quisieron saber más del actual Partido, aunque ellos seguirían siendo apristas y morirían siéndolo como muchos lo manifestaban. Causó una descomposición en la organización que fue brutal para los que nos manteníamos en la actividad partidaria, ya que contábamos con los dedos de la mano a los que nos apoyaban con su presencia; teníamos a una población que depositó su confianza en el Apra y se sintió defraudada, es decir, en ellos se estaba perdiendo la ESPERANZA Y LA FE EN EL APRA.
El antiaprismo que resurge a partir de la Estatización de la Banca (1987) toma otros métodos más sofisticados como son el uso de los medios de comunicación masiva que está al alcance de la mayoría de la población. Después de 1990, fueron a través de estos medios que se desacreditó y se generó con más fuerza el antiaprismo, llegando a un punto de la historia nunca antes registrada como lo fue la de esconder su identificación aprista por parte de muchos compañeros por la vergüenza de recibir insultos, otros renunciaban al Partido de cólera e indignación, influenciado en buena parte por estos medios de información. Se ocultó deliberadamente los grandes aciertos que existieron en esta etapa de gobierno (1985-1990), con la intención de destruir al Apra, a la vez eliminar a las instituciones políticas y las grandes conquistas populares.
Al finalizar el primer periodo del gobierno Fujimorista (1990-1995), en el Partido sólo quedaban poquísimos compañeros, había confusión, desolación, decepción, influenciado por una fuerte campaña publicitaria de desprestigio. En muchos apristas esto causó una enorme desilusión y pasaron a retirarse de la actividad política, otros no quisieron saber más del actual Partido, aunque ellos seguirían siendo apristas y morirían siéndolo como muchos lo manifestaban. Causó una descomposición en la organización que fue brutal para los que nos manteníamos en la actividad partidaria, ya que contábamos con los dedos de la mano a los que nos apoyaban con su presencia; teníamos a una población que depositó su confianza en el Apra y se sintió defraudada, es decir, en ellos se estaba perdiendo la ESPERANZA Y LA FE EN EL APRA.
b.- ¿Nosotros También Causamos el Antiaprismo?
Claro que sí. Hay dos formas de causar esta conducta.
Primero, que el antiaprismo de los primeros años surge como respuesta a las grandes ideas sostenidas por el aprismo. Era un antiaprismo de posiciones, de la forma de ver la realidad de los hechos históricos. Luego, surge el antiaprismo con odio y que persigue con las armas del poder, que asesina sin piedad, que usa los métodos del complot y el veto para impedir que tenga cualquier espacio de vida institucional.
Surge por incapacidad de los enemigos de rebatir las grandes propuestas del Apra. Por el sentimiento de inferioridad ante un pensamiento ideológico que analiza los hechos históricos para dar forma a una propuesta de solución a los grandes problemas del Perú y América Latina. Surge como una incapacidad para superar las capacidades intelectuales, cualidades personales y honestidad de sus militantes.
Pero nunca pudieron evitar el respaldo popular hacia el Partido, por el contrario crecía más en los momentos adversos y resurgía victoriosamente, justamente por que los apristas de entonces habían cultivado y conservado con mucho celo aquella RESERVA MORAL DEL APRA.
Hoy el antiaprismo no mata físicamente como antes pero sí busca desacreditar, destruye la moral, busca la indiferencia y emplea el poder para silenciar a través de los medios de comunicación.
Segundo, este antiaprismo también se alimenta con la complicidad de las malas conductas de seudos apristas que desdicen todo aquello que predicaron los fundadores del aprismo, la reserva moral como fuente de resistencia y defensa ante los enemigos.
También surge mayormente como consecuencia de la decepción que tuvo la población que votó por el Partido cuando sentían estar peor que antes respecto a los problemas del país después de un gobierno aprista como la hiperinflación, el terrorismo, la escasez de alimentos, el desempleo, etc., magnificados por el antiaprismo.
Surge cuando algunos de los dirigentes o líderes del Apra ofrecen en las campañas electorales, usan los votos, luego en el poder se olvidan de quienes los respaldaron.
Surge cuando se ha resquebrajado la honestidad, la moral que siempre tuvo el Apra, hoy algunos líderes y dirigentes cometen actos inmorales que no hacen si no decepcionar a la población, haciéndola sentirse engañada, defraudada, incluso causándole indignación, siendo éstos los gérmenes del antiaprismo.
El nuevo antiaprismo surge en la gente cuando empleamos métodos vedados para llegar al poder en perjuicio de los demás, especialmente en los procesos electorales internos como son los famosos “anforazos”, adulteración de actas electorales, y no respetar la votación, no ser fraternos con los compañeros de las listas de los oponentes, corromper con el dinero y dejar sin posibilidades a los compañeros de escasos recursos; chismear, insultar, calumniar, ser fanfarrón, mentir, estafarlos, todo esto también causa el antiaprismo. Se olvidan del mandato moral “EL APRISTA QUE HABLA MAL DE OTRO APRISTA, NO ES APRISTA”
Primero, que el antiaprismo de los primeros años surge como respuesta a las grandes ideas sostenidas por el aprismo. Era un antiaprismo de posiciones, de la forma de ver la realidad de los hechos históricos. Luego, surge el antiaprismo con odio y que persigue con las armas del poder, que asesina sin piedad, que usa los métodos del complot y el veto para impedir que tenga cualquier espacio de vida institucional.
Surge por incapacidad de los enemigos de rebatir las grandes propuestas del Apra. Por el sentimiento de inferioridad ante un pensamiento ideológico que analiza los hechos históricos para dar forma a una propuesta de solución a los grandes problemas del Perú y América Latina. Surge como una incapacidad para superar las capacidades intelectuales, cualidades personales y honestidad de sus militantes.
Pero nunca pudieron evitar el respaldo popular hacia el Partido, por el contrario crecía más en los momentos adversos y resurgía victoriosamente, justamente por que los apristas de entonces habían cultivado y conservado con mucho celo aquella RESERVA MORAL DEL APRA.
Hoy el antiaprismo no mata físicamente como antes pero sí busca desacreditar, destruye la moral, busca la indiferencia y emplea el poder para silenciar a través de los medios de comunicación.
Segundo, este antiaprismo también se alimenta con la complicidad de las malas conductas de seudos apristas que desdicen todo aquello que predicaron los fundadores del aprismo, la reserva moral como fuente de resistencia y defensa ante los enemigos.
También surge mayormente como consecuencia de la decepción que tuvo la población que votó por el Partido cuando sentían estar peor que antes respecto a los problemas del país después de un gobierno aprista como la hiperinflación, el terrorismo, la escasez de alimentos, el desempleo, etc., magnificados por el antiaprismo.
Surge cuando algunos de los dirigentes o líderes del Apra ofrecen en las campañas electorales, usan los votos, luego en el poder se olvidan de quienes los respaldaron.
Surge cuando se ha resquebrajado la honestidad, la moral que siempre tuvo el Apra, hoy algunos líderes y dirigentes cometen actos inmorales que no hacen si no decepcionar a la población, haciéndola sentirse engañada, defraudada, incluso causándole indignación, siendo éstos los gérmenes del antiaprismo.
El nuevo antiaprismo surge en la gente cuando empleamos métodos vedados para llegar al poder en perjuicio de los demás, especialmente en los procesos electorales internos como son los famosos “anforazos”, adulteración de actas electorales, y no respetar la votación, no ser fraternos con los compañeros de las listas de los oponentes, corromper con el dinero y dejar sin posibilidades a los compañeros de escasos recursos; chismear, insultar, calumniar, ser fanfarrón, mentir, estafarlos, todo esto también causa el antiaprismo. Se olvidan del mandato moral “EL APRISTA QUE HABLA MAL DE OTRO APRISTA, NO ES APRISTA”
El Objetivo del Antiaprismo: El Descrédito.Se dio a través de los medios de comunicación, en especial la televisión, por el fujimorismo y su élite gansteril montesinista, arrinconando al Apra para dejarlo en el descrédito total y sin tener capacidad de reacción y respuesta con la misma intensidad y dimensión del ataque.
CONSECUENCIAS DE LA CRISIS
Los diferentes problemas internos y externos del Partido tal como se ha descrito en el capítulo anterior, lo conllevó a adolecer de ciertas consecuencias que lo podemos resumir de la siguiente manera como crisis:
1. Crisis de Liderazgo
El Partido Aprista dejaba de ser una de las primeras fuerzas políticas del país. Perdía presencia en los sindicatos y en toda organización socio-política. Incluso como organización política, en el sur del país perdía presencia por el ausentismo de comités ejecutivos y dirigentes apristas, así como en muchos de los distritos y algunas provincias del territorio nacional en la última década del siglo XX.
Esta crisis se debe:
- Problema del Factor Humano: de conciencia, de ética, de moral.
- Existencia de un gran vacío generacional de jóvenes líderes apristas
- Falta de una actualización de algunos temas de su Programa y propuestas.
- El resurgimiento de un nuevo antiaprismo también es consecuencia de nuestra propia conducta.
El Partido Aprista dejaba de ser una de las primeras fuerzas políticas del país. Perdía presencia en los sindicatos y en toda organización socio-política. Incluso como organización política, en el sur del país perdía presencia por el ausentismo de comités ejecutivos y dirigentes apristas, así como en muchos de los distritos y algunas provincias del territorio nacional en la última década del siglo XX.
Esta crisis se debe:
- Problema del Factor Humano: de conciencia, de ética, de moral.
- Existencia de un gran vacío generacional de jóvenes líderes apristas
- Falta de una actualización de algunos temas de su Programa y propuestas.
- El resurgimiento de un nuevo antiaprismo también es consecuencia de nuestra propia conducta.
2. Crisis de Prosperidad o de Éxito
Otro problema que estaba teniendo como consecuencia el partido es la falta de éxitos en las campañas electorales locales y presidenciales por más de diez años; independientemente de la extraordinaria campaña de respaldo que ha tenido nuestro compañero Alan García Pérez en las últimas elecciones presidenciales (48%, junio 2001), que puede ser efímero. Esta crisis se ve cuando hay una acentuada complacencia o conformismo, relajamiento en el cumplimiento de sus funciones por parte de sus dirigentes o líderes, desconocimiento o indiferencia ante los problemas de su entorno o comunidad; desorganización y la existencia cada vez más notoria de la mediocridad de la mayoría de sus dirigentes.
3. Crisis de Continuidad
El Partido Aprista tuvo más de medio siglo un proceso de permanente preparación de líderes, gracias a Haya de la Torre que se preocupó por las nuevas generaciones de jóvenes que garantizaban la CONTINUIDAD del Partido y su lucha por la justicia social.
Pero la existencia de grupos irreconciliables, la desaparición de las primeras generaciones de líderes, la falta de nuevas generaciones, desavenencia entre los mismos dirigentes y la falta de conciencia sobre democracia, ha conllevado a que el Partido tuviera una enorme decadencia en su vida política en los últimos años.
Pero la existencia de grupos irreconciliables, la desaparición de las primeras generaciones de líderes, la falta de nuevas generaciones, desavenencia entre los mismos dirigentes y la falta de conciencia sobre democracia, ha conllevado a que el Partido tuviera una enorme decadencia en su vida política en los últimos años.
4. Crisis de Reactivación o Relanzamiento Partidario
En la última década cualquier impulso nuevo o reactivación del Partido no se dejaba sentir, no impactaba o no creaba expectativa en sus militantes y en la población en general, por el contrario, a éstos les era indiferente; se fracasaba en su intento y a veces sólo se quedaba en los buenos deseos y en forma aislada.
El Partido estaba fracasando en sus intentos de relanzamiento en la vida política del país porque había:
El Partido estaba fracasando en sus intentos de relanzamiento en la vida política del país porque había:
(a) una carencia de líderes políticos, nuevas generaciones desligadas de los viejos vicios y estilos negativos de hacer política y de cuadros técnicos identificados con un proyecto de desarrollo aprista;
(b) falta de nuevas propuestas o programas que apunten a desarrollar las exigencias que los cambios del siglo XXI avizoran, y
(c) la falta de comunicación y/o coordinación entre dirigente-dirigente, dirigente-militante y partido-comunidad.
5. Crisis de Delegación
Los partidos políticos en el Perú adolecen de una descentralización real como mandato, misión, facultad o poder que se les debe dar a las bases partidarias para que determinen sus propias decisiones; es decir una desconcentración del poder político, con ello se "elimina la necesidad de que las personas posean destrezas, criterios o iniciativas".
Lamentablemente hemos tenido "entornos íntimos y un anacrónico centralismo", como lo caracterizó la Comisión Nacional de la Nueva Estructura Orgánica del Apra (1998), con una fuerte concentración del poder y de información en la "Cúpula Partidaria".
Lamentablemente hemos tenido "entornos íntimos y un anacrónico centralismo", como lo caracterizó la Comisión Nacional de la Nueva Estructura Orgánica del Apra (1998), con una fuerte concentración del poder y de información en la "Cúpula Partidaria".
Publicado en el 2000
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